"Hetero-Victimas"

Si después de tres polvetes bien dados con tu follamigo de turno, éste comienza a gustarte cada vez más, de seguro te surgirá por la cabeza invitarle a tomar unas copas en un  local gay con espectáculo incluido. Y es que quizá en las primeras citas uno solo piensa en follar sin mucho preámbulo, y la charla viene poco después. Una vez reconocidos y saboreado cada rincón corporal, se toma confianza (os decís vuestro verdadero nombre, si trabajáis o no, si estudiáis y en donde,  hobbies, etc).  Así que animado le propones salir una noche de fiesta por el ambiente, pero se te escaquea o bien no lo vuelves a ver jamás, y no entiendes que pudiste hacer mal. Te haces mil y un preguntas, y no encuentras una respuesta concreta. Quizá lo primero que se te cruce por la cabeza, sea que tu amante no quería llegar a más contigo, que te apresuraste en pedirle una cita normal y lo comprometiste. Pero también cabe la posibilidad de que sea un “hetero-victim”, es decir un gay que no soporta los sitios gays por considerarlo superficial, llena de mariconas debiluchas y/o  de lujuriosos salvajes. 

Estos gays son reconocibles por despotricar barro con ventilador a todo aquello que denote visibilidad y a sus concurrentes. Solo frecuentan sitios destinados al público convencional, es decir al heterosexual. Tratan estúpidamente de patentar una marca particular, donde quieren mostrar de manera presencial que ellos son la mejor excepción a la regla.  Es una cuestión de “status”,  y a la vez sentirse aceptados e integrados dentro de un grupo conformado por individuos que alguna vez le jugaron una mala pasada, (en el barrio o en el colegio, familia). Pero, sí para el 99% de personas solteras que salen de fiesta, su principal intención es ligar con alguien: ¿Qué pasa con estos gays que solo frecuentan sitios heteros?

• Sus mismos sentimientos de autoexclusión y algunos complejos latentes le complican su interactuación con otras personas. Con el tiempo toman una postura histriónica que será su carta de presentación en adelante.
• Si alguien heterosexual los mira por más de cinco segundos, pensarán sin dudarlo que quieren enrollarse con ellos, jamás se les cruzará la posibilidad de que pueda ser, miope por ejemplo.
• No tienen una vida afectiva demostrable. Además ante sus amigos heterosexuales pierden atractivo si tuvieran una pareja estable.
• Su única relación con otros gays, se da mediate chats o portales de contactos, que le servirán para aplacar sus deseos sexuales.
• Pueden utilizar prácticas ortodoxas en sus métodos de seducir.

Por ellos muchos heterosexuales se colocan la insignia de “tolerancia” invitándole a sus fiestas ¡tengo un amigo gay! se les oye decir; pero cuando a su amigo gay se le escapa algo de pluma no hay quien lo pueda aguantar.  Quizá con las mujeres heterosexuales al no existir “tensión sexual”, el buen rollo surge sin muchos problema. Pero con los hombres heterosexuales,  su presencia puede resultarle no menos que amenazante. Y tratar de llevarlo dentro del ambiente gay puede resultar tarea imposible. Piensan que serán:

• Víctimas de una “violación visual” aunque no sean guapos.
• Que todos le van a entrar a saco para seducirles, marcando “paquete”.
• Que será blanco de todos los comentarios por ser considerados “carne fresca”.
• Que todos terminan borrachos y drogados.
• Que todos son promiscuos potenciales y/o puedan tener una alguna enfermedad contagiosa.

Su homofobia interiorizada, no los ayuda a aceptarse en plenitud y creen que en el circuito heterosexual todo es perfecto y no tiene ningún defecto. Y no se trata de incentivar el gueto, donde los gays y heterosexuales deben sociabilizar solo en sus espacios de desarrollo. Como seres humanos somos entes complejos que debemos saber adaptarnos a cada situación y espacio. Pero criticar por criticar determinado grupos sin conocer como funciona es absurdo y limitante. Así que antes de cegarte de amor por un “hetero-victim” ten en cuenta de que de seguro te aislaras de lo que verdaderamente te gusta. Ten en cuenta que vivirás la vida que él quiere que vivas y no la tuya propia. Que te limitará y quizá en el “perfecto mundo heterosexual” te encuentres los mismo defectos con porquería incluida, de los que puedan existir en el ambiente gay. Con la diferencia de que en el ambiente gay podemos mostrar afecto a quien queremos, sin tener que recibir insultos o amenazas.

Y ustedes...

¿Que opináis de estos chicos?