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martes, 14 de julio de 2015

¡Entrena tus erecciones!

Les regalo una gran estrategia para tener erecciones de campeonato y un pene libre de culpa. Porque lo sé, si no logran el nivel de erección que la ocasión les demandaba pueden casi ver cómo su autoestima y, claro, autoimagen amatoria se va frunciendo con miras a desaparecer. Calma, son seres sexuales integrales, no todo es su pene. Pero, pueden evolucionar el falocentrismo, justo a través de una consciencia clara de control sobre lo que pasa ‘allá abajo’. Ya no se lo dejen al azar.
Redimensiona tu capacidad para sentir autoerotizándote
Entrenar a tu pene puede ser muy lúdico. El autoerotismo es la primera y más importante práctica sexual de cualquier ser humano (también en las mujeres). No desaparece por tener pareja o por tener una edad determinada. No es sustitutivo del sexo ni viceversa.
Es un derecho absoluto, te empodera de tu cuerpo pero además, si aprendes a hacerlo con el fin de mejorar tu desempeño sexual, será la práctica perfecta. Si desde la adolescencia te acostumbraste a hacerlo en un dos por tres sin siquiera reconocer las sensaciones, esto actuará en tu detrimento: tu cerebro no identificará si estás solo o con una chica y puedes comprometer la respuesta: al acostumbrar a tu pene a esos tirones frenéticos, el toque –obvio- más erótico y suave de una mujer te parecerá poco eficiente. O simplemente distinto. Y de hecho, en lugar de sentir menos porque tu pene ‘necesita’ más fuerza, se debe a que está saturado y su potencial sensitivo disminuido. Por ello, la erección en ocasiones no es tan potente como desearías, por la falta de sensibilidad.
O sea, tu pene está diseñado para sentir más de lo que crees. Porque está subdividido en anillos o zonas más sensibles que otras, donde claro tanto la corona como el glande son las más potenciales. Pero es muy probable que uses el 20% máximo de esa capacidad. Redescúbrela.

Necesitas darte tiempo y por supuesto un espacio donde te sientas cómodo y libre de interrupciones. Puedes utilizar un lubricante con base de agua o hasta aceite ya que no usarás condón (que pudiera degradarse y romperse), estás solo. De preferencia que tu pene aún no esté erecto con el fin de llevarlo de cero a cien.
• Comienza por la base del pene, donde se une con tu pelvis.
• Con un par de dedos presiona y roza de abajo hacia arriba hasta no más de la mitad del tronco. Baja de nuevo en distintas presiones, ritmos e intensidades.
• Ahora desliza las caricias un poco más arriba del tronco, aún sin llegar a la corona del glande. Siente.
• Trata de percibir la sensibilidad en las distintas partes, continúa masajeando. Notarás cómo la erección comienza a generarse y la sensación placentera a ser más intensa. Insiste en esos estímulos y date un tiempo antes de subir hasta el glande.
• Con los dedos bien lubricados, haz círculos alrededor, sube en espirales por el glande y una vez despierta esta última zona, sube y baja el masaje a lo largo de todo el cuerpo del pene.
• No tires con fuerza, es un movimiento continuo pero suave.
¿Verdad que comienzas a tener sensaciones mucho más profundas? Más tarde conforme comiences a sentir el impulso eyaculatorio podrás aumentar la intensidad y el ritmo.

Aprovecha además para entrenar tu control eyaculatorio, es decir, cuando sientas cerca ese punto de no regreso, disminuye la intensidad e incluso el estímulo por completo y recomienza la estrategia de abajo hacia arriba hasta acercarte al instante inminente, de nuevo te detienes y repite un par de veces hasta permitirte eyacular. Verás que la sensación es más extensiva.
Disfruta y sobre todo, practica. Al tener ese conocimiento sensorial de tu pene tendrás un mejor rendimiento y consciencia de tus erecciones. Control y sobre todo llegarán rápidas y potentes. 

3 comentarios:

  1. Nuevas publicaciones: http://laaceradeenfrente.blogspot.com.es/2015/07/en-cortadura-se-me-puso-dura.html

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  2. Camilo.esp89@hotmail.com

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